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LA VARIABILIDAD DE LA PRÁCTICA EN LA SESIÓN DE EDUCACIÓN FÍSICA

LA VARIABILIDAD DE LA PRÁCTICA EN LA SESIÓN DE EDUCACIÓN FÍSICA

Una herramienta didáctica versátil para el docente

Ignacio Domblas Caballero
DEF/Chiapas; México.

Las personas ajenas al ámbito educativo y deportivo han considerado que la habilidad motriz se adquiere a través de la repetición mecánica del movimiento, los docentes de educación física sabemos que no es así, ya que existen estudios que permiten afirmar que a partir de una práctica variable es como se obtiene o adquiere una base motriz muy amplia, lo que permite una mayor cantidad de experiencias, respuestas, conductas y actitudes motrices que derivan en el desarrollo de una competencia motriz, hacia la resolución de tareas presentes en el entorno escolar como en la vida cotidiana.
Hablar de buenas prácticas educativas, actualizadas y pertinentes en el área de educación física, implica considerar las nuevas corrientes, teorías, metodologías, estrategias didácticas y un sinfín de supuestos que solo poniéndolos en práctica pueden ser de utilidad para las docentes de la especialidad y causar un impacto favorable en la actitud y conducta de los alumnos y por consiguiente un aprendizaje significativo.
Es común que las sesiones diarias de educación física, aun cuando deriven de una programación didáctica, caigan en la cotidianeidad o la rutina, tanto para el docente como para los alumnos, por ello se recurre constantemente a estrategias o actividades didácticas ya “probadas” o “garantizadas” con la intención de hacer la sesión más vistosa o alegre, aunque muchas veces se salgan del contexto o mejor dicho del propósito de la sesión y en consecuencia no tengan relación con los aprendizajes.
Proponer actividades que sean interesantes, promuevan la movilización de saberes y favorezcan el desarrollo de la motricidad en los alumnos implica involucrar a los alumnos en la solución a tareas motrices, revisando a Bernstein (1967, pág. 134) nos dice al respecto que: … “El proceso de práctica para adquirir un nuevo hábito motor, consiste esencialmente en un éxito progresivo en la búsqueda de soluciones motrices óptimas a los problemas concretos. Por esta razón, cuando se lleva a cabo de manera adecuada, no consiste en repetir los medios para solucionar un problema motor una y otra vez, sino que consiste en un proceso de solucionar dicho problema una y otra vez por medio de técnicas que cambiamos y perfeccionamos de repetición en repetición”.
Debe considerarse un principio de enseñanza, procurar que los alumnos aporten diversas soluciones a un reto o tarea motriz, y con ello contribuimos a generar creatividad y ampliar su gama de respuesta a pesar de los cambios en escenarios, espacios, materiales, interacciones, etc.
Es muy cierto que mantener la atención de un grupo de alumnos en un contenido específico de educación física no es una tarea sencilla, para lograrlo se requiere que el profesor movilice un amplio repertorio de conocimientos, técnicas, materiales, estrategias, y una infinidad de recursos didácticos. Si esto no sucede, es muy probable que el docente se pierda o se encasille, redundando en el problema de una sesión tradicional o mecanizada; pero cuando se propicia la búsqueda de alternativas de solución por parte de los alumnos, con una breve intervención del docente; guiando y motivando a los alumnos a proponer y manifestar su visión o idea ya sea individual o colectiva estaremos en camino de evitar un estilo conductista y transformar nuestra práctica docente caracterizada por el dinamismo y por ser gestora de los aprendizajes de nuestros alumnos.
Bernstein (1967/ver Whiting, 1984 o Ruíz y Sánchez, 1997) considera que la práctica no debe consistir en una mera repetición mecánica del movimiento a aprender, sino que es una repetición donde el sujeto debe estar plenamente implicado en el proceso de construcción de la habilidad: “La práctica es un tipo particular de repetición sin repetición” (pág. 134).
¿Qué deberíamos considerar para que las sesiones de educación física se consideren motivantes, generen aprendizajes y el docente refleje satisfacción en su accionar?
Una opción para lograr lo anterior la podemos hallar en la “práctica variable”; o para ser específicos considerar la “Hipótesis de la variabilidad al practicar” de Richard Schmidt (1975), la cual resulta de su “Teoría del esquema”.
Para Schmidt (1988) la práctica variable supone que los niños y niñas empleen sus recursos de procesamiento de la información para:
·         Reconocer las diferentes variaciones de la tarea en términos de semejanza o diferencia a lo previamente practicado.
·         Recuperar de su memoria prototipos o ejemplos de experiencias pasadas con sus correspondientes consecuencias sensoriales.
·         Decidir sobre el plan motor a llevar a cabo, especificando sus parámetros concretos en cada actuación.
·         Corregir el movimiento mientras lo está llevando a cabo o posteriormente, actualizando su plan motor.
·         Evaluar las consecuencias y efectos de su acción.
·         Poner al día y revisar el esquema motor de respuestas.
Pero tal vez la cuestión clave es establecer qué significa realmente variar. No es difícil imaginar que variar signifique para cualquier docente, modificar algún elemento de la situación o tarea. Para Schdmit (1988) variar las condiciones de práctica consiste en provocar nuevos parámetros de respuesta, conseguir que mediante dichas variaciones el sujeto tenga que adaptar su respuesta y establecer nuevos parámetros (velocidad, trayectoria, fuerza, etc.)
En el material denominado “Educación Física, libro para el docente Primaria (SEP, agosto 2010) se manifiesta que la variabilidad de la práctica…” consiste en propiciar una amplia gama de posibilidades de las condiciones de práctica y con ello provocar experiencias múltiples y variables para un mismo patrón de movimiento o la agrupación de los mismos en una acción motriz”, (habilidades genéricas); pág. 155.
Famose (1992) plantea que cultivar la competencia motriz supone desarrollar una memoria en la que son posibles múltiples configuraciones motrices, la cuestión clave es determinar si es mejor actuar repetitivamente sin comprender o comprender para actuar. Para la propuesta de los partidarios de la “Enseñanza comprensiva de los juegos en educación física” (Pigott, 1985) la práctica variable se convierte en un elemento clave del proceso de aprendizaje deportivo.
En último lugar, comentaremos como la práctica variable se convierte en un elemento motivacional en manos de los docentes, ya que mediante los cambios se elimina posibles respuestas reactivas ante la repetitiva mecánica de los gestos técnicos deportivos.
Whiting al referirse a la práctica considera que debe ser un proceso de invención y creación más que una simple repetición (Whiting, 1989), lo cual conecta de forma directa con las actuales propuestas de la Reforma Educativa en México, cuando promueve un aprendizaje significativo y constructivo en el que los alumnos y alumnas se implican de forma directa.
En el programa de educación física para el nivel secundaria SEP 2006, pág. 24 a la 26; plantea la variabilidad de la práctica como elemento fundamental para que los alumnos consoliden la competencia motriz.
Como veremos a continuación, una práctica de este tipo provee a las actividades de una lógica y de una secuencia, y permite a los alumnos comprender los movimientos realizados y la estrategia para encontrar la manera de expresarse y coordinar distintos movimientos, sin la imposición de modelos estereotipados o rutinas.
La variabilidad de la práctica requiere de cuatro condiciones específicas:
1.      Las referidas al espacio o áreas de trabajo
2.      Las concernientes al tiempo
3.      Las que implican el manejo de implementos
4.       Y las que tienen que ver con la interrelación e intercomunicación con los demás compañeros.
Una excelente idea para el docente es elaborar lonas impresas ó cartulinas o también pintar una pared cerca del área de trabajo con las cuatro condiciones específicas y sus características, con las cuales pueda, de un simple vistazo cuando está desarrollando actividades con los alumnos, dar sentido a los cambios de actividad propiciando con ello una práctica variable, a continuación, se presentan esquemas que pueden tomarse como modelos.



Las referidas al espacio o áreas de trabajo:
CANCHA COMÚN, CANCHA DE INVASIÓN, CANCHA PROPIA




Las concernientes al tiempo

DURACION (CORTO/LARGO)




Y las que tienen que ver con la interrelación e intercomunicación con los demás compañeros.
ROLES (PERSONAL, OPONENTE, COMPAÑEROS, ADVERSARIOS)


Las que implican el manejo de implementos
TAMAÑO, TEXTURA, FORMA, COLOR, ETC.




Otra opción es darle a conocer a los alumnos (de acuerdo con el grado con el que se trabaja) la posibilidad de que sean ellos mismos quienes, basados en las cuatro condiciones específicas, realicen los cambios que consideren más llamativos o interesantes para variar las condiciones de la actividad que se desarrolla, sin perder el propósito de la misma.


Bibliografía

Contreras, O. (1998). Didáctica de la educación física para la primaria. . Madrid: Pearson Educación.
Gallahue, D. y. (2006). Understanding motor development. Infants, children, adolescents, adults. Indiana: Mc Graw Hill.
Gamboa, R. J. (2012). Educación Física y Deportes, Revista Digital. Obtenido de Principio didáctico de variabilidd para el desarrollo de las habilidades motrices básicas en la primera infancia.: http://www.efdeortes.com/efd169/variabilidad-para-el-desarrollo-de-las-habilidades-motrices.htm
Gómez, R. (2001). La variabilidad de la Práctica en la Enseñanza de las Habilidades Motrices. Caracas: Kinesis.
Pérez, R. (1998). Lecturas Educación Física y Deportes, Revista Digital. Obtenido de http://www.efdeportes.com/efd11a/lmruiz.htm
Ruiz, P. (1995). Competencia motriz: elementos para comprender el aprendizaje motor en educación física escolar. Madrid: Gymnos.
Sánchez, f. (2003). Didáctica de la educación física para la primaria. Madrid: Pearson Education.
SEP. (2008). Programa de educación física Secundaria. México, D. F.: Comisión Nacional de Libro de Textos Gratuitos.



Ignacio Domblas Caballero
Docente de educación física en funciones de asesoría técnico-pedagógica en el Departamento de educación física federalizada, SEF/SE Chiapas. Autor de diversos artículos sobre educación física y de cursos-talleres para la actualización de la educación física en el nivel básico, Maestro en ciencias de la educación, es además entrenador deportivo con experiencia en el Deporte adaptado en la especialidad de natación paralímpica.









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